Ayer en Mármoles Fernández recibimos un encargo muy especial, no por el volumen del trabajo a realizar, no por la dificultad y no por el coste material del mismo… Ayer recibimos un encargo muy especial por el simbolismo del mismo.
El sr. …………… llegó por la mañana, y me comentó lo que le había costado llegar, que hacía ya más de 10 años que estuvo aquí y que como habían cambiado las carreteras…
Hice el esfuerzo por reconocerlo… le miraba con atención, pero nada, así que me excusé y se lo reconocí: disculpe, pero no logro recordarlo. Entonces me dijo que él sí, tanto a mi como a mi socio, y que hace más de 10 años le pusimos la cocina de su casa, que desde entonces siempre se fija en las cocinas en las que entra, y cuanto más cocinas ve más contento está de como le hicimos la suya. Que por eso, aún cuando cerca de dónde vive hay dos talleres de mármoles ha preferido regresar al nuestro (estamos a unos 30 km. de su domicilio) porque: “Para darle a ganar cuatro duros a otro prefiero venir a vosotros porque estoy contentísimo con la cocina que nos pusisteis.”
¡¡ Woww ¡! Eso sí que es un alago en toda regla… Esta tarde llegó a por las piezas en cuestión (un peldaño de entrada de 103x34x2 cm + tabica de 103x5x2 cm). No le cobramos “4 duros”, le cobramos 2… Muchas veces cuando uno realiza un trabajo el beneficio no es el dinero, hacer bien tu trabajo, que te lo reconozcan y valoren recompensa mucho más que el dinero. Y una cosa más, el sr. ……………. vino a recoger las piezas con su nieto, un chaval de 12 años, y… ¿quién sabe?, tal vez él venga algún día a realizarnos un encargo porque su abuelo nos recomiende. Yo apuesto a que así será…
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